No es estrés, es que no sabes respirar

Hola!

He probado muchas cosas en mi vida.


Desde los 24 años, cuando entré en el mundo de la meditación y el crecimiento personal, mi objetivo ha sido siempre el mismo: estar en paz.

Pero durante mucho tiempo, por más que todo estuviera “bien” en mi vida, si me paraba a sentir… había un cosquilleo, un nudo, una presión en el pecho.
¿Sabes de qué te hablo?
Sí, eso. Ansiedad.

Descubrí que la ansiedad no aparece porque sí.
La ansiedad viene de la tensión, y la tensión nace del estrés.
Y el estrés, aunque solemos creer que es solo ir corriendo todo el día, en realidad es mucho más sutil:

  • Es hacer una cosa pensando en la siguiente.

  • Es vivir con el cuerpo en un sitio y la mente en otro.

  • Es decir “sí” cuando querías decir “no”.

  • Es quedarte donde ya no quieres estar.

  • Es fingir que todo va bien, cuando por dentro estás agotado.

Lo peor es que a ese estado lo normalizamos. Nos acostumbramos. Y un día aparece el insomnio, la angustia, la pérdida del deseo o la sensación de que no puedes parar nunca.

El médico Gabor Maté lo dice claro:

“El estrés no te enferma por sí solo. Lo que te enferma es desconectarte de ti para sobrevivir al estrés.”

Y eso fue exactamente lo que me pasó. Me desconecté.
Ni siquiera podía meditar: necesitaba una hora para “entrar”, pero en cuanto aparecían los pensamientos o las emociones, me levantaba, postergaba, huía. Volvía a la rutina como forma de no sentir.

Fue en la India donde conocí algo que lo cambió todo: el prāṇa.

El prāṇa es la energía vital que anima la vida.
Está en el aire que respiramos, pero también en el sol, en el alimento vivo, en una emoción auténtica o un orgasmo profundo.
Es lo que diferencia un cuerpo vivo de uno muerto.

Y descubrí también los prāṇāyāmas, las técnicas de respiración que no solo calman: regulan el sistema nervioso, desbloquean energía estancada y devuelven la claridad mental.
No son simples ejercicios de aire. Son llaves para reconectarte contigo.

Ahí encontré la raíz de mi ansiedad.
No era que necesitara más control.
Necesitaba volver a respirar desde el cuerpo, desde la conciencia, desde la calma.

🌬️ Respirar bien es regular tus emociones.
🌬️ Respirar bien es dejar de vivir en modo supervivencia.
🌬️ Respirar bien es recuperar tu poder interno.

Este miércoles a las 21h (hora España)

Voy a dar una charla gratuita donde te contaré cómo empecé este recorrido por la pulmonáutica —el arte de navegar la vida a través de la respiración— y cómo tú también puedes usar esta herramienta para vivir con más paz, vitalidad y presencia.

👉 Apúntate aquí: [enlace de inscripción]
(Es totalmente gratuita. Solo necesitas tu respiración y tu atención.)

Si alguna vez sentiste que meditar no te alcanza, que pensar no te ayuda y que vivir con ansiedad no es opción, esta charla es para ti.

Gerard,

HOLA!, Soy el idiota que escribe esto...

Y quizás sea interesante o tal vez no, no lo sé; Ser o no ser... ese es el verdadero dilema. Este es un espacio para soltarme, un lugar donde dejo fluir mis ideas más disparatadas, donde me entrego a la procrastinación del cuerpo y al impulso mental de vomitar públicamente, para exorcizarme y, quién sabe, quizá también para exorcizar a otros. Ser humano es más complejo de lo que parece, porque hay que saber cuándo soltarse y cuándo atarse. ¿Cuándo cada cosa? Ahí radica la verdadera cuestión. A ojo de buen cubero, diría que ese es el dilema: cuándo ser mitad hijo de Dios y cuándo mitad hijo de puta...

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